Todas las categorías de juegos de azar que implican un gasto de dinero han crecido, menos las de la ONCE, registrándose el mayor incremento en el uso de máquinas tragaperras: el año pasado, el 5,6% de la población de entre 18 y 75 años arriesgó dinero en estas máquinas, el doble que en 2015.
En 2016, el 5,1% se jugó dinero en locales de apuestas deportivas (frente al 3,8% de 2015); el 6,4% acudió a algún salón de juego (en 2015, el 4,9%); el 9% apostó en la quiniela (frente al 8,2%), y el 6,8% invirtió en un casino (frente al 6,3% del año anterior).
El informe también destaca que creció el número de españoles que apostaron en Euromillones y Primitivas: del 32,6% de 2015 al 37,6% de 2016.
Uno de los autores del estudio, José Antonio Gómez, ha indicado que en la segunda mitad de 2016 se ha evidenciado la recuperación del sector del juego.