En cambio, los salones de apuestas deportivas sí que están creciendo, pero son una excepción en el sector del juego. Según los datos oficiales del Gobierno aragonés, durante el año pasado esas salas obtuvieron 55,82 millones de euros por apuestas, más del doble que en 2013. En premios pagaron 45,65 millones de euros, así que los beneficios netos de esas apuestas deportivas ascendieron a 10,17 millones de euros.
La bonanza de esa modalidad de juego contrasta con la caída que se arrastra en el resto de modalidades. Por ejemplo, en el bingo electrónico: en 2014, se jugaron en bingos electrónicos en Aragón un total de 6,91 millones de euros, mientras que el año pasado fueron 3,36 millones.
Las salas de bingo también están en crisis. De los cerca de 195 millones de euros que vendieron en cartones en el año 2006 han pasado a recaudar apenas 81 millones durante el último año, 2016.
Los casinos, por su parte, han pasado de recaudar unas recaudaciones brutas de alrededor de 44 millones de euros en el año 2004, a rondar los 10 millones de euros en 2016. Es decir, menos de la cuarta parte que hace 12 años.En cuanto a las tragaperras, el número de máquinas de este tipo también se fue recortando a raíz de la crisis económica. Tras tocar suelo en el año 2014, actualmente hay en Aragón poco más de 6.700 tragaperras.
Los salones de juego aumentaron con fuerza en Aragón entre el año 2000 y 2010 —de 61 pasó a haber 128—, pero en los últimos años también se ha recortado la cifra. Actualmente hay 114 en esta Comunidad autónoma.