El gobierno cree que los húngaros, especialmente húngaros pobres, gastan mucho de sus ingresos en las máquinas tragaperras.
La medida tendrá un costo de 30.000 millones de florines ($ 135m, £ 84 millones) al año en ingresos fiscales, dijo el gobierno. Para compasar esta bajada de ingresos el gobierno húngaro regulará los juegos online.
En declaraciones a los periodistas sobre sus planes, el primer ministro jefe de gabinete de Janos Lazar también citó preocupaciones de seguridad nacional detrás de la prohibición, pero no dio más detalles.
La prohibición será aprobada hoy martes por el Parlamento húngaro y entrará en vigor en unas semanas, lo que significa que no se permitirán instalar máquinas nuevas, y las máquinas existentes serán retiradas.