La Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación (AZAJER) y el Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón) han firmado un importante acuerdo de colaboración destinado a frenar el avance del juego de apuestas entre los jóvenes aragoneses. Esta alianza estratégica busca desarrollar acciones preventivas y de concienciación frente a una problemática que no deja de crecer, especialmente entre la población joven.
Una realidad preocupante: 1 de cada 4 jóvenes aragoneses está expuesto al juego
Según un reciente estudio liderado por la Universidad de Zaragoza durante el año 2024, el 25% de los jóvenes entre 16 y 25 años en Aragón está expuesto al juego, un dato alarmante que pone de manifiesto el auge de las apuestas, especialmente en su modalidad online. El informe advierte de un incremento significativo en comportamientos problemáticos derivados del juego en línea y del constante bombardeo publicitario que lo acompaña.
Este contexto ha motivado la unión de esfuerzos entre AZAJER y el IIS Aragón, dos entidades comprometidas con la salud mental y el bienestar social, para dar un paso al frente en la prevención del juego patológico y la promoción de hábitos saludables.
Liderazgo desde la investigación en salud mental
El acuerdo cuenta con el respaldo del Grupo de Investigación en Salud Mental del IIS Aragón, encabezado por los reconocidos catedráticos de la Universidad de Zaragoza, Javier García Campayo y Yolanda López del Hoyo. Su experiencia en el ámbito clínico y científico será clave para el desarrollo de estrategias de intervención que aborden el problema desde una perspectiva multidisciplinar.
“Estamos ante un reto sanitario, social y educativo que requiere de evidencia científica y de una actuación coordinada para proteger a los sectores más vulnerables”, ha señalado García Campayo tras la firma del convenio.
Objetivos comunes: prevención, sensibilización e intervención
Con esta firma, ambas instituciones ratifican su compromiso con la investigación aplicada y la prevención.
Estas acciones no solo buscan reducir la prevalencia del juego patológico, sino también fortalecer la salud mental de la población joven aragonesa y frenar el avance de una adicción silenciosa que ya afecta a miles de personas.